Proporciona experiencia para todos los participantes y obtienen el conocimientos de la tarea asignada.

Cuando se intenta organizar el estado inestable y desequilibrado del grupo, todos decidirán mostrar sus habilidades, cómo gestionar diversas situaciones y dejando en evidencia sus diferentes estilos de liderazgo.

En su camino hacia el éxito, los grupos experimentarán caos, desorden y cambios en un entorno donde las consecuencias del fracaso son limitadas. El grupo deberá desarrollar estrategias o prácticas para mejorar situaciones en su trabajo.

Las experiencias brindan la oportunidad de tomar algunos riesgos, probar nuevos roles y cometer errores con un bajo coste para la empresa. El riesgo es más percibido que real. Cada persona que se arriesga impulsa e inspira a otros a probar cosas fuera de su alcance y zonas de confort. Hay participantes que se identificarán con esto en sus puestos de trabajo y podrán demostrar su liderazgo como nunca antes.

Los participantes mantendrán una estrecha relación durante el programa. El resultado será que todos necesitarán de los otros para enfrentar diferentes situaciones, lo que los conducirá a confiar en el equipo. Los participantes tienden a conocerse mejor en un trabajo en equipo de este tipo que en muchos años en el ámbito exclusivamente laboral.

El espacio entre el inicio del programa y los productos es limitado. Es por eso que las consecuencias de las decisiones organizacionales pueden ser examinadas y mejoradas.

La educación basada en la experiencia hace hincapié en el aprendizaje cognitivo. El participante utilizará principios cognitivos porque el proceso de aprendizaje es gráfico e involucra el aspecto físico, mental, espiritual y conductual.

Las actividades incluyen desafíos físicos y mentales que requieren el 100% del equipo. Las diferencias se convertirán en la fuerza necesaria para resolver los desafíos. Cada miembro del equipo por sí solo no podrá lograr los objetivos de la actividad como en su trabajo, por lo que se amplía la interdependencia del grupo.

Como no están familiarizados con el objetivos del programa entran en un etapa desequilibrada. Las experiencias previas no son relevantes en este ambiente, lo que los conduce a un aprendizaje constante. Paralelamente, el grupo deberá reorganizarse para lograr los objetivos.

En este “laboratorio de aprendizaje” mientras surgen las proyecciones, el grupo es llevado a retirarse y evaluarse a sí mismos. Todo depende de ellos, el liderazgo y el problema, habilidades resolutivas, trabajo en equipo, comunicación y gestión del cambio. El tiempo posterior de reflexión para desarrollar las lecciones aprendidas provocarán cambios en su entorno laboral.

El programa involucra historia y metáforas que se pueden transferir al ambiente. Este idioma será un atajo para comunicarse entre ellos. Las experiencias vividas transformarán la manera en que los participantes se visualizan a ellos mismos, generando una nueva perspectiva. Esto será un catalizador para continuar el tema en el entorno laboral. Todo conducirá a una mejora en la confianza y conexión.

La educación basada en la experiencia proporciona una forma divertida de aprender a ser un gran trabajo y desempeño en equipo. La diversión ayuda al participante a aprender de manera efectiva porque está más abierto a la experiencia y suele despertar la creatividad.